13.10 horas: Luego de juntarnos con Renato Vera en su oficina del Injuv, Talo y yo llegamos hasta las puertas del Estadio Nacional para disponernos a hacer la fila. El plan inicial era llegar cerca de las 9 de la mañana.
El sol pegaba fuerte a esa hora, y aún no había mucha gente en la entrada principal del estadio, por lo que tranquilamente nos colocamos en una de las filas. Los móviles de televisión tapaban los accesos, y transmitían en directo las alternativas de este histórico momento. Las típicas notas “freak”: entrevistaban a los primeros que habían llegado (cerca de las 8 y media de la mañana) y a los igualitos a Gustavo Cerati de los 80, que llegaron con peinados y maquillados a más no poder.
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